En el desierto de Wirikuta (San Luis Potosí) se encuentra el Cerro del Quemado, donde se cree que está el centro del universo y donde también, el Abuelo Fuego, mejor conocido como “Tatewari”, guió a sus antepasados con motivo del nacimiento del Sol. Por ello, Wirikuta es considerado el lugar sagrado donde el hombre encontró el amanecer.

Año con año, miembros de los centros ceremoniales escogidos por su comunidad, realizan una peregrinación a WirIkuta con la finalidad de experimentar visiones sagradas. En dicho evento, este grupo de peregrinos guiado por el Mara’kame acude a Real de Catorce y tiene como misión encontrar el Hikuri (peyote).

Dentro de cultura Wixárika, se considera importante acudir a Wirikuta por lo menos cinco veces a lo largo de la vida, esto para cumplir con sus deidades y no deberle nada a sus dioses. Dicho suceso dura alrededor de tres meses y al regreso a sus comunidades en la sierra, se lleva a cabo la fiesta del peyote.